Mis referentes
Mis pilares metodológicos: expertos que me inspiran
Mi metodología como madre de día se asienta sobre una base sólida de conocimientos en neurociencia, pedagogía y psicología del desarrollo infantil. Cada día, mi acompañamiento se nutre de la investigación y las propuestas de autores de referencia internacional que han transformado mi comprensión de la infancia. Aquí os dejo algunas de las referencias que más me inspiran:

Neurociencia y Desarrollo Cerebral
Para entender cómo funciona el cerebro infantil y cómo se moldea en los primeros años, me apoyo en:
- Daniel Siegel: Pionero en Neurobiología Interpersonal (IPNB). Su concepto de «integración cerebral» y la importancia del «apego seguro» son pilares para un desarrollo emocional y cognitivo óptimo.
- Antonio Damasio: Este eminente neurocientífico nos revela la naturaleza interconectada de las emociones, los sentimientos y la razón. Su trabajo es fundamental para comprender que las emociones no son un obstáculo, sino una guía esencial para la toma de decisiones, el aprendizaje y el desarrollo integral, validando el papel central de la experiencia emocional en la construcción de la mente infantil.
- Gerald Roth: Neurobiólogo que nos enseña las bases biológicas del desarrollo temprano del cerebro y cómo las experiencias afectivas son cruciales para su formación.
- Nicole Strüber: Su trabajo en neurobiología del apego y las relaciones revela cómo la interacción cuidador-niño moldea las redes neuronales para la regulación emocional y la empatía.
- Gerald Hüther: Neurobiólogo que destaca el entusiasmo y la conexión emocional como los verdaderos motores del desarrollo y aprendizaje cerebral, no la presión.
- David Bueno i Torrens: Este neurocientífico nos ilumina sobre cómo los factores ambientales y emocionales impactan el neurodesarrollo y la capacidad de aprender, validando el juego libre y la exploración.
- Rafael Benito Moraga: Con su libro Cerebros moldeando otros cerebros, nos muestra que el vínculo y la interacción consciente son la clave para el desarrollo cerebral y emocional de los niños.
Apego, Emoción y Corregulación
Para acompañar las emociones y construir relaciones seguras:
- Stanley Greenspan: Su concepto de «corregulación recíproca afectiva» es fundamental. Entender cómo la sintonía del adulto ayuda al niño a regular sus emociones y generar su propio pensamiento es clave en nuestra interacción diaria.
- Elaine Aron: Sus investigaciones sobre la Alta Sensibilidad (PAS) me permiten comprender y adaptar el entorno para que los niños con esta característica florezcan, evitando la sobreestimulación y validando su particular forma de percibir el mundo.
- Stuart Shanker: A través de su trabajo en autorregulación, especialmente en Das Überreizte Kind, aprendemos a identificar las fuentes de estrés y a ofrecer herramientas para que los niños gestionen sus emociones y energía, fomentando la calma y la concentración.
La Mirada Pedagógica y el Ambiente
Para diseñar un entorno que invite al desarrollo y la autonomía:
- Sonia Kliass: Su experiencia en la metodología Pikler me inspira a confiar plenamente en la capacidad autónoma del niño. Su mirada respetuosa y cercana sobre el desarrollo independiente es una guía constante.
- Gerard H. Schäfer: Con Wahrnehmendes Beobachten, nos enseña la importancia de la observación atenta, activa y libre de juicios para comprender genuinamente al niño y ofrecer un acompañamiento individualizado.
- Mihály Csíkszentmihályi: Su concepto de «Flow» (flujo) es esencial para entender la profunda concentración que logran los niños en el juego. Nos impulsa a crear oportunidades para esa inmersión total, clave para el aprendizaje y la creatividad.
- Rebeca Wild: Su filosofía de la «confianza radical en el niño» y la creación de «ambientes preparados» refuerza la idea de que la mínima intervención del adulto y un entorno adecuado son el motor del aprendizaje autónomo.
La Naturaleza como Gran Maestra
Para reconectar con el entorno natural y sus beneficios:
- Andreas Raith y Armin Lude (Startkapital Natur), junto a Katia Hueso (Educar en la Naturaleza): Estos autores son la base de nuestra convicción de que la exploración diaria en la naturaleza es insustituible. Nos muestran cómo el juego libre al aire libre potencia la creatividad, resiliencia, motricidad y un desarrollo integral.
- Richard Louv: Su definición y análisis del «déficit de naturaleza» refuerzan la urgencia de reconectar a los niños con el entorno natural. Louv destaca cómo la falta de contacto con la naturaleza puede afectar el bienestar físico y emocional, validando la importancia vital de ofrecer oportunidades diarias para que los niños se desarrollen en y con el mundo natural.
- Gerald Hüther y Herbert Renz-Polster: En su libro Wie Kinder heute wachsen: Natur als Entwicklungsraum, estos neurobiólogos enfatizan cómo la naturaleza es un entorno clave para el desarrollo del cerebro, el pensamiento y las emociones infantiles. Sus aportaciones validan la necesidad de ofrecer a los niños espacios al aire libre donde puedan experimentar, explorar y aprender de forma holística, conectando con su propia biología y ritmo.
- Ellen Beate Hansen Sandseter: Esta investigadora noruega, a través de su valiosa aportación sobre el juego de riesgo en los niños pequeños, es una figura esencial. Sandseter demuestra cómo las experiencias de riesgo controladas en el juego no solo son naturales, sino que son cruciales para el desarrollo de la autoconfianza, la evaluación de peligros, la resiliencia y las habilidades motoras. Su trabajo, que ha influido en la pedagogía al aire libre, valida la importancia de ofrecer entornos donde los niños puedan explorar sus límites de forma segura y desafiante.
La Autorreflexión del Educador
Para un acompañamiento auténtico y consciente:
- Lea Wedewardt: Con Selbstbewusst Sein, nos recuerda que la autorreflexión y el trabajo autobiográfico del educador son fundamentales. Entender nuestra propia historia nos permite una presencia más auténtica, serena y al servicio del niño.
- Daniel Siegel y Mary Hartzell: En Ser Padres Conscientes, nos invitan a los adultos a una profunda autorreflexión sobre nuestra propia infancia y estilo de apego. Comprender cómo nuestras experiencias pasadas influyen en nuestra forma de relacionarnos nos capacita para ofrecer una presencia más consciente, empática y reparadora, fundamental para un acompañamiento respetuoso y efectivo.

